-¡NO QUIERO FLORES! ¡NO MÁS FLORES! ¿ACASO CREES QUE MI AMOR SE COMPRA? ¿QUIZÁS ES QUE PIENSAS QUE ESTOS CLAVELES LO DEMUESTRAN TODO? ¡NO SABES NADA DEL AMOR NI DE CÓMO SE SIENTE, CUANDO MADURES Y SEPAS LO QUE QUIERES VUELVE PERO MIENTRAS OLVÍDAME, NO ME LLAMES, NO QUIERO QUE PIENSES EN MÍ NI QUE PRONUNCIES MI NOMBRE, NO HASTA QUE SEPAS QUÉ ES QUERER DE VERDAD!
Y lo eché de menos, lo eché muchísimo de menos nadie me daba los buenos días como él ni me besaba tan delicadamente antes de entrar en casa e irme a dormir... Pasó una semana y decidí empezar a aceptar que aquello no iba a ninguna parte, no podía seguir necesitando todo lo que rechacé hace apenas siete días...
DING DONG.
¿Y ahora, ahora quién es? Cómo sea el cartero me voy a poner de muy mala leche...
¿Te imaginas que fuese él, que me pidiese perdón? Y que me dijese que me quería de verdad y que me necesitaba... ¡¿PERO QUÉ HAGO?! ¡NO! ¡Baja de las nubes! ¿¡Seré estúpida!? Ahora mismo estará regalándole claveles blancos a otra...
DING DONG
Y me decidí a abrir con mi pijama y mi super cara de lunes...
-...¿Qué haces aquí?, ¿acaso sabes ya lo que es amar?- dije casi con el corazón en la garganta
- No, no lo sé...
-¿CÓMO QUE NO LO SABES? ¿SE PUEDE SABER ENTONCES PARA QUÉ LLAMAS A MI PUERTA..- y sin dejarme terminar la frase replicó:
- ¡Puede que no sepa lo que es amar!, ¡pero sé que te amo!, sí, lo sé porque hace siete días que anda vaga mi mente, ahora sé qué es echar de menos lo que más quieres, y sobre todo sé que eres todo lo que yo puedo necesitar porque ¡Te necesito cariño! Quizás no sea la persona más cariñosa del mundo y a lo mejor a veces me despisto, vuelvo al mundo de yupi y no te llamo en todo el día, ¡pero eso no quiere decir que no piense en ti, o que no tenga ganas de volver a verte aunque nos hayamos visto hace dos horas! ¡No!, yo solo te doy flores porque tengo miedo a que te olvides de mí, sé que te encanta ponerlas en el jarrón junto a la ventana de la entrada, donde las ves todos los días cuando entras, cuando sales, cuando te levantas y cuando paseas por tu casa esperando que venga a recogerte. No te regalo claveles blancos, (que sé que son tus preferidos) porque quiera que así me quieras más o pienses que con eso te baste porque yo siempre voy a sentir muchísimo más por ti que esos simples ramos, nunca lo dudes.
Podrá ser que no me halla dado por pensar qué es el amor para mí en mi vida, pero te aseguro que sé quién es el amor de mi vida y la respuesta la tengo delante mía ahora mismo, en pijama y en sus zapatillas favoritas, con esa cara de lunes que tanto odia pero que yo la veo tan preciosa como siempre...
Y una última cosa, dijiste que no más flores, así que aquí tienes...