Detrás de cada logro, hay otro desafío y en medio, quedan los sueños.

Seguidores

lunes, 31 de enero de 2011

Ahora quedan dos opciones: quedarme quieta o echar a correr.

Ahora quedan dos opciones: quedarme quieta, o echar a correr...
Siempre me han dicho eso de que cortar por lo sano es lo mejor, que ponerse una bufanda para no resfriarse siempre viene bien y que una rebeca en verano para la noche no esta de más. Pero para esto de no enamorarme nunca me dijeron nada. Cuidado que estás cayendo, me avisaron no hace mucho. De momento no considero que esté en el fondo del todo, todavía queda mucho camino por recorrer para que seas mi día a día y eso sólo cambia de una manera, yo elijo, odio las decisiones. Siempre tan radicales y extremistas, ¿Porqué no puedo ser libre y tener la felicidad en mis manos? No voy a confiar en la suerte, porque ésta es el pretexto de los fracasados. Si lo quiero conseguir, tengo que luchar y muy duro por ti porque pienso que mereces la pena... Aunque eso solo se sabe si te arriesgas. Ahora estoy al filo del precipicio, o me tiro o retrocedo, sólo yo elijo y que sea una u otra cosa, yo voy a asumir las consecuencias.

viernes, 28 de enero de 2011

Disco.

Ya voy tarde, como siempre catorce minutos tarde, espero que estén dormidos...
Me quité los tacones, qué digo tacones, TACONAZOS que me compré en Blanco la semana pasada. Son una maravilla, me encantan, los adoro, adoro la ropa y los zapatos, pero no el daño que me hacen. Tenía casi las medias rotas de tanto andar descalza, de madrugada en pleno enero.
Abrí el bolso y me puse a buscar las llaves entre pintalabios, direcciones y teléfonos, el DNI, monedas, una chapa... Y por fín las encontré abrí la puerta sin hacer mucho ruído y empecé a subir escaleras con la luz a apagada para que no se notase que había llegado, menos mal, están dormidos. Me relajé y fui en dirección a mi cuarto. Estaba dentro, estaba a salvo conecté mi MP4 y sonó algo de Pereza, no estoy muy segura de qué ya que el volumen no estaba muy alto, pero me causó nostalgia la melodía. Lo solté todo y me dejé caer de espaldas en la cama. No me importaba lo rota que estuviesen las medias, ni lo muy despeinada que estaba. Lo único que me importaba en ese momento fue no tenerte cerca esa noche. Esa noche había sido diferente, tú no habías estado en mis coreografías, ni habías estado ahí para sujetarme el vaso mientras estaba en el cuarto de baño, tú no me habías controlado, tú no estuviste conmigo. Porque claro tienes que dejarlo siempre un fin de semana. ¿Para qué? Lo sé perfectamente, para liarte hasta con el suelo y yo soy la tonta, repito, la TONTA que siempre va y te perdona el lunes, aunque esta vez no voy a perdonar que ahora mismo se me esté volviendo a correr el rimel por tu culpa, no, quizás no te perdone el lunes, quizás esta vez lo haga el martes.

jueves, 27 de enero de 2011

Como una canción de Lady Gaga.

- Buenos días
Escuché detrás de mí.
- Hola, dije sonrojándome
Nunca me habías dicho nada así tan directamente, es una sensación espectacular. ¿Sabes? Hace dos años que no sentía algo así por nadie, creía que ya me había librado de eso de pensar en un chico durante todo el día, de no tener ganas de comer y de la taquicardia cuando estás cerca. Pero ahora veo que no, que mi corazón es frágil ante el tuyo y que mi fuerza de voluntad, no hace nada contra ti.
Pues sí, lo publico, he caído ante mi fobia, enamorarme hasta las trancas.
Podría gritarlo a los cuatro vientos si tú no pensases que todavía el otro está en mi mente. Quiero decírtelo pero no me dejas. Así que lo escribiré aquí ante el mundo entero en Internet, donde todos puedan verlo, aunque con mucha probabilidad, tú no lo hagas:
- Quiero estar contigo, tú y solo tú estás es mi cabeza ya no podría pensar en otro te entrego mi corazón y todo lo que me pidas sólo hace falta que te hagas a la idea de que eres tú y  nadie más.



miércoles, 26 de enero de 2011

Odio las despedidas.

Miré el reloj, sólo nos quedaban unos treinta minutos no más, me entristecí de repente y quise estar en un lugar donde solo él y yo no tuviesemos un límite de tiempo, pero levanté la cabeza bien alta y me dije:
- Tengo dos opciones, y creo que me voy a quedar con aprovechar el tiempo contigo hasta el último segundo.
Fue entonces cuando te acaricié esa piel tan suave que me encanta tocar, me sonreiste y yo te devolví la sonrisa, me cogiste la mano mirándome fijamente a los ojos y me sacaste a bailar, se me olvidó que era nuestro último baile y aún así lo disfruté tanto. Tú me agarrabas de la cintura mientras yo hundía mi cabeza entre tu hombro y tu cuello. Fue genial, sonaba una canción de discoteca pero tú y yo llevábamos nuestro propio ritmo y marcábamos nuestros propios pasos. Ya no me importaba quién nos mirase o quién podría enterarse, sólo me importaba que yo iba a ser la chica más feliz del mundo en esos últimos 20 minutos.
Pasaron tres, cuatro, cinco canciones, perdí la noción del tiempo, hasta que tus amigos volvieron para decirte que os marchábais, aunque yo ya sabía que ese momento tenía que suceder, no me lo esperaba, me sentía tan agusto junto a ti que no quería dejarte escapar. Entonces fue cuando fuiste a recoger tu chaqueta y me miraste con esa sonrisa de lado que siempre me ponías, yo abatida me quedé mirando la pared era como si estuviese hipnotizada, como si me hubiese quedado atrapada en el tiempo que no quería que se fuera... Me tocaste la barbilla, y con ese francés tan bonito me dijiste:
- Eh, je t'aime, d'accord?
Te miré aturdida y respondí:
- Yo también, no quiero que te vayas
Entonces salimos a la puerta cogidos de la mano, me despedí de Marie, Clémentine, Charlotte, Alix, Audrey, Amin y de François.
Me volviste a regalar una sonrisa ladeada, de repente te abrazé, muy muy fuerte, no quería dejarte ir, yo no podía creermelo, tú te ibas y me dejabas en este gran país, sin tu cariño, sin tus miradas y sin tus besos.
Me quitaste la cara de tu pecho y cogiéndome de la barbilla me diste el último beso, me supo tan dulce que cerré los ojos como una tonta durante cinco segundos, cuando los abrí te oí decirme al oído en español, a tu manera:
- Te echaré de menos
Y yo tan tonta y sin poder decir nada te volví a abrazar, tú me agarraste de la cintura me volviste a decir que me querías y te diste la vuelta, entonces yo vi como ese pelo que tanto me gustó desde el principio se peinaba, y se iba, se iba para siempre o para al menos un año y medio, se iba a 2.204 km. de mí, se iba dónde le correspondía, se iba con mi corazón, se iba y me dejaba aquí con una lágrima corriendo por mi mejilla.

Esto es amor y quien lo ha probado, lo sabe.

Es sencillo... pero a la vez complicado,
fácil de sentir... difícil de explicar
bonito... aunque duele,
alegría... pena,
todo... es él,
para ti... una carga encima,
no querer... soñar por no verle en tus sueños,
quieres salir para encontrarlo por casualidad,
pensar en él... a todas horas
querer olvidarle... mientras le necesitas
tener una sonrisa en la cara... aunque te subas por las paredes por dentro,
mirarte al espejo.. y sentirte lo mas pequeño que puede existir,
cantar canciones que nunca te habrían gustado, solo porque te identificas con ellas
dibujar cosas bonitas para él,
quedarse ronca en el pensamiento... de tanto gritar te quiero
tener cosquilleos en la barriga cuando te lo vas a encontrar y cuando lo tienes delante,
mirarle de abajo hacia arriba porque es para ti lo mas bonito que existe.
Sentir su corazón junto al tuyo,
sentir su aroma,
sentir su calor...
Sentirlo a él, como a nadie has sentido nunca.
Enamorada.